Cadenas para mis sueños,
grilletes para mis alas,
barrotes en esas jaulas.
Dónde están.
Mutilados nuestros cuerpos,
no tienen bocas,
ni manos,
y no puedo acariciar.
Dónde están.
A mis ojos que aún poseo
le robaron su mirada,
ya no tienen esperanza,
y sus sueños...
dónde están.
Sus jaulas los encerraron,
y en mi cuerpo maniatado,
que ya no puede volar,
esos sueños bailarines,
de tristeza...
ya no están.
jueves, 29 de septiembre de 2011
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