lunes, 9 de mayo de 2011

En el juego de un encuentro.

Cuando la mirada es tierna,
pero el alma está escondida,
las palabras
se amontonan,
y saliendo de la boca
esas palabras confusas,
ocultan miedos y dudas.

Se esboza una gran sonrisa
que es irónica, sin duda,
como un muro infranqueable,
nadie lo puede saltar,
porque el alma está escondida.

Y en el juego de un encuentro
cuando dos almas se juntan,
un cuerpo grita otro cuerpo,
y
sus miradas se cruzan.

Una piel
busca unas manos
que la exploren con ternura.
Unas lenguas desatadas...
En el juego de un encuentro
cuerpo y alma de mortales,
entre ellos se desnudan.

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