domingo, 8 de enero de 2012

Decimos 2012 y...


Sigue la vida,
y sigue
girando como una noria.

Los anhelos, los deseos,
ella ajena
y no me atiende,
no se para.

Un segundo, otro después,
en sucesión infinita.

Y ...
alrededor de unas almas,
unas almas maniatadas,
ella marca,
me resisto.
No la atiendo,
mira atrás,
mi interés no está en su rueda,
ni en su pauta, o su cadena.

Yo me paro,
ella sigue,
quiero crear otro tiempo,
un tiempo que le es ajeno,
tiempo sólo de vivir.

2 comentarios:

Elisa dijo...

La noria de la vida que gira sin parar,sin darnos la opción de poder deternerla, para apearnos de ella, cuando intuímos que nuestra felicidad está en un determinado lugar,con una persona concreta...Pero ella no se detiene y sigue y sigue dando vueltas en un mundo en el que nosotros mereceríamos alcanzar,cómo le sucede a otra gente,nuestros anhelos.Y,en medio de ese mareo continuo, nos preguntamos ¿Por qué yo no? ¿Por qué no para cuándo yo lo necesito?¿Por qué no tengo derecho a decidir cómo me gustaría que fuese mi existencia?

Mara dijo...

Gracias, Elisa, por dedicar parte de tu tiempo a leer lo que un día escribí, y tener la deferencia de comentarlo.
Gracias por tus reflexiones.

Besazos.