lunes, 9 de abril de 2012

Alas


Un vehemente deseo,
mis alas para volar.

Anclado mi corazón,
mendiga alas ajenas,
a sabiendas de su error.

En la evidencia,
cansada,
arrastro mis sueños rotos.

No puedo volar sin alas,
no puedo soñar sin vuelo,
no puedo vivir sin sueños.

2 comentarios:

Elisa dijo...

Precioso poema.
¿Quién no ha sentido lo mismo alguna vez ?
Pero verbalizado de este modo tan hermoso nuncha lo había leído.
Siempre sacamos fuerzas para salir de esta situación cuando nos damos cuenta de que nosotros también poseemos alas; y no necesitamos mendigar otras ajenas porque las nuestras son lo suficientemente fuertes para seguir luchando, viviendo y soñando.

Mara dijo...

Gracias Elisa, por tomarte la molestia de comentar este poema.

¿Fuertes?...qué remedio,y creo que no se puede vivir sin sueños.
Sigamos soñando ¿no te parece?

Un beso.

Mara.