viernes, 6 de agosto de 2010

Sugestivo poema de Handke



He tenido el placer de leer un sugestivo y largo poema, con un título evocador "Poema a la duración" (1986), su autor Peter Handke.
Muestro aquí, unas bellas pinceladas de esta magnífica e inusitada obra, porque me ha conmovido especialmente.

Su autor comienza así ...

"Hace tiempo que quiero escribir sobre la duración,
pero no un ensayo, ni una escena, ni una historia:
la duración insta a escribir un poema.
Quiero preguntarme con un poema,
recordar con un poema,
afirmar y conservar con un poema
lo que es la duración."

Podemos leer como la considera como el más fugaz de los sentimientos.

Y escribe....

"la duración tiene que ver con los años,
con las décadas, con nuestro tiempo de vida;
la duración, ella es el sentimiento de la vida."

Más adelante expone...

"La duración es la aventura de todos los años,
la aventura de lo cotidiano,
pero no de la ociosidad...
(...)
Quisiera, sin embargo, aproximarme
a la esencia de la duración,
poder insinuarla, hacerle justicia,
hacerla vibrar,
a ella que siempre me da impulso."

Handke considera que la duración nace de un objeto, insignificante en esencia, pero que tiene que ser lo principal para uno, su verdadero amor, y continúa escribiendo...

"Y debo
practicar mi amor,
indefectiblemente, durante años y años,
para que surjan en mí los momentos de duración..."

Y a continuación, transcribo una parte que me emocionó especialmente:

"El poema de la duración es un poema de amor.
Trata de un flechazo
al que siguieron después muchos flechazos.
Y este amor
no posee la duración en ningún acto concreto,
más bien en un antes y un después
donde, mediante el otro sentido del tiempo que depara el amor,
el antes también fue después
y el después también fue antes.
Ya habíamos sido uno
antes de unirnos,
seguimos unidos
después de unirnos,
y permanecemos así durante años,
cadera con cadera, respiración con respiración,
uno junto a otro.
Tus cabellos castaños se tiñeron de rojo
y se volvieron rubios.
Tus cicatrices se multiplicaron
y se hicieron inencontrables.
Tu voz tembló,
se hizo firme, susurró, vibró,
se convirtió en una salmodia,
en el único sonido de la inmensa noche,
y se hizo silencio a mi lado.
(...)
y nuestros cuerpos en lugar de herirse,
se unieron sin dificultad en uno sólo,
mientras que, en la pared de la habitación,
a la luz de las farolas de la calle,
se movían las sombras de los arbustos del jardín de Europa,
las sombras de los árboles de América,
las sombras de los pájaros nocturnos de todas partes."

Y remata su poema...

"La duración se produce
cuando encuentro en el niño
que ha dejado de serlo
- que es tal vez ya un anciano -
los ojos de la niñez.

La duración no está en la piedra imperecedera
de la antigüedad,
sino en lo temporal,
en lo maleable.

Lágrimas de la duración, ¡qué infrecuentes!
Lágrimas de felicidad.

Inseguros temblores de la duración
que no se dejan solicitar,
ni rogar:
ahora estáis unidos
al poema."
Fotografía: Peter Handke, poeta, dramaturgo, novelista, guionista y director de cine austríaco.

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