domingo, 18 de abril de 2010

Atapuerca



A propósito de la exposición que acercó los hallazgos sobre la evolución humana, en la Sierra de Atapuerca (Burgos), a la ciudad de A Coruña.

Quiero destacar, primero, el trabajo de un equipo de profesionales que durante años y años lo hicieron en silencio, sacando de su tiempo personal horas y horas para este estudio, porque sin su entusiasmo y su labor desinteresada no se llegaría a conocer lo que hoy se conoce y lo que otros en el futuro conocerán. Y me siento en la obligación de felicitarles y de darles las gracias, porque apesar de estar en un pais en el que para la investigación en los distintos campos de la cultura hay poquísimo dinero, ellos se empeñaron en seguir adelante con su estudio.

Al recorrer esta exposición, vuelvo a pensar en la minuciosa labor que se ha llevado y se sigue llevando a cabo en estos yacimientos, para sacar a la luz algunas piezas de ese gran puzzle que es la evolución del hombre sobre la Tierra.

En Atapuerca, varios yacimientos están en estudio, y una gran cantidad de nuestra historia aún sin desenterrar, multitud de extractos superpuestos que relatan la aventura de nuestros antepasados, como páginas de un libro que hay que leer lentamente con un orden concreto para entenderlo; su rescate llevará muchísimos años, y siento lástima de no llegar a enterarme de todo lo que en esta sierra se descubra, yo ya no seré...¡qué lastima!

Aterrizo en un pensamiento que siempre me viene a la mente cuando leo o estudio sobre estos temas:
Nuestra condición de animal de la que a menudo nos olvidamos, un animal con un período marcado de existencia en este planeta , como el resto de la especies; y lo único que nos separa de ellas es la enorme capacidad que tenemos de modificar el medio, hasta tal punto que lo estamos alterando en nuestra contra, realmente somos "sapiens"...permitanme que lo dude.
Siempre hemos destacado nuestra condición de seres inteligentes para establecer la diferencia con el resto de los animales, yo destacaría por encima de todo en base a esa inteligencia, nuestro espíritu depredador.

Otra interrogante "curiosa" que se hacen los estudiosos, es el porqué han llegado hasta la actualidad distintas especies de simios, pero no del género homo, del que sólo hemos llegado nosotros. En un tiempo coexistimos neardenthales y cromagnones y los primeros desaparecieron. Últimos hallazgos consideran que una tercera especie del género homo pudo ser coetánea en un tiempo pretérito, a estas otras dos mencionadas...¿Por qué sólo hemos llegado nosotros a la actualidad? Muchas pueden ser las causas...y pienso que quizás una de ellas pueda ser precisamente el espíritu depredador del homo sapiens sapiens, nuestro espíritu depredador.

Cuántas preguntas y que pocas respuestas tenemos. Algunas de esas respuestas las conocemos gracias a todas esas personas que con un entusiamo superlativo se dedican a buscarlas y a divulgarlas.

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