Una mirada cómplice, una sonrisa,
una palabra tierna musitada...susurrada.
Y...un deseo,
pasión de dos cuerpos.
Ojos que se miran como si nunca lo hubieran hecho.
Bocas que se funden, mientras una piel acaricia otra.
Un dedo recorre un cuerpo,
un corazón se desboca
y una mano dulcemente sujeta a otra.
Desenfrenada unión,
mientras dos almas cautivas
gozan.
miércoles, 7 de abril de 2010
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