Pende en la nada
una jaula,
cuelgan de entre sus barrotes esos sueños que se escapan
como plumas bailarinas de su cuerpo arrancadas.
Y entre sus barras heladas una pálida figura
languidece ya sin alas.
Le robaron su mirada
cautivandole su alma.
Le amordazaron su boca,
ataron su corazón,
y apagados sus deseos
ya no puede sentir nada.
A lo lejos tintinea, pero no lo quiere oir,
el futuro,
ahí
se acerca,
no es un futuro posible...
A lo lejos tintinea, pero no lo quiere oir.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario